Ma, ¿Vos tenés miedo al Covid?
Esta pregunta me la hizo anoche mi hija de 9 años. Una pregunta así, nos permite constatar que todo lo que circula acerca del Covid entre nosotros atraviesa el mundo emocional de nuestros niños. Y esa pregunta puede convertirse en una gran oportunidad para hablar con nuestros hijos sobre lo están sintiendo y pensando. Amplificar, permitir, expresar, ahondar…son todas acciones que permitirán vehiculizar la gestión emocional, en este caso, a través de la palabra.
En este post quisiera profundizar en la importancia de continuar promoviendo la resiliencia en nosotros y en nuestros hijos tomando en esta oportunidad los aportes de Susana Gamboa de Vitelleschi. Esta autora dice que si queremos trabajar por una sociedad mejor, debemos promover capacidades resilientes desde el jugar, el cantar, reir, bailar, estimulando el “ yo tengo… yo soy… yo estoy…. Yo puedo. ”
Todos estos “YO… “ nos acercan al concepto de AUTOESTIMA. Según Samuel Jonson, “ la autoestima aumenta cuando una persona prueba algo nuevo y afronta un desafío con éxito”.
En estos días de adversidad, la autoestima de nuestros niños se pone en juego y como adultos significativos podemos colaborar para propiciar su crecimiento, promoviendo simultáneamente la resiliencia.
¿Qué desafíos están atravesando nuestros hijos?
Nombraré sólo algunos, sin embargo los invito a pensar en los propios de cada contexto.
- Re-organizarse y armar una nueva rutina sin salir de casa.
- Interpretar los sucesos externos a partir de las vivencias de sus adultos significativos.
- Reconocer y gestionar sus propias emociones con las nuevas experiencias.
- Tolerar la frustración ante el deseo de salir a jugar fuera o estar con amigos.
- Aceptar no poder ir a la escuela ni convivir con sus amigos, pares y maestros.
- Ajustarse a una convivencia que demanda mayor tolerancia en los ánimos familiares, tiempos, espacios personales, en la asertividad para sostener un clima de mayor armonía.
- Ejercitarse en la creatividad que muchas veces nace de sentirse aburridos.
- Gestionar el miedo, la tristeza, la nostalgia, la melancolía.
- Enfrentar tareas escolares que en general son vivenciadas con cierto tedio.
- Aprender nuevas habilidades y maneras de estudiar.
- En algunos casos transitar el duelo por alguna pérdida a causa del COVID o el Dengue.
- Sobrellevar / gestionar la preocupación por salud de sus familiares.
Para promover el crecimiento de la Autoestima en nuestros hijos, Susana Gamboa nos acerca estas orientaciones:
1) “Propiciar información acerca de lo que puede ocurrir, porque siempre es mejor enfrentar los hechos conociendo lo previsible de ellos. Así muchos sucesos aparentemente temibles pueden convertirse en aventuras que los niños pueden afrontar con otra carga afectiva si conocen lo posible a suceder”.
2) “Potenciar el aprendizaje en distintas situaciones. Si queremos auspiciar el crecimiento de nuestros hijos en responsabilidad y autonomía, debemos dar espacio a la práctica de nuevas habilidades”, con los ensayos y errores pertinentes y proveyendo de procedimientos para que puedan en libertad elegir los que más les convenga.
Un ejemplo :
Me detendré a ejemplificar lo dicho con un hecho real. Mi hija mayor de 10 años empezó a elaborar rutinas diarias para administrar el tiempo. Su entusiasmo en el uso de esta herramienta duró 2 días. Pudo lograr algunas propuestas planificadas y otras no. Los días subsiguientes ha administrado el tiempo utilizando solamente la brújula de su deseo. Lo que sucedió fue que se le han juntado tareas enviadas por el colegio y no ha tenido tiempo para realizar otras cosas como ver una película por la noche o jugar juntas.
Pues aquí está el ensayo y el error,el tiempo de aprendizaje, el reajuste de su responsabilidad y autonomía en la administración de su tiempo. Esa misma noche, no sin sentir ciertas emociones displacenteras, ha retomado el armado de la rutina para establecer sus actividades obligatorias (tareas escolares) , colaborar en casa (limpieza, orden) y establecerse otras actividades de disfrute personal o compartido. Probablemente su autoestima haya virado hacia algún crecimiento.
3) Ante lo nuevo bucear en la PACIENCIA: Se ha de dar TIEMPO (que hoy es bastante generoso con la cuarentena) para que otro pruebe lo nuevo, se ubique ante él, lo comprenda, busque nuevas posibilidades y acreciente el nivel de expectativa.
4) Aprovechar para aprender desde el error: El hecho de intentar lleva a buscar una nueva posibilidad con mayor probabilidad de éxito. La presión de tener que hacer algo bien puede neutralizar el logro final. Por esto se elogiará en primera instancia más que nada el intento, para en una segunda situación valorar procesos, y resultados. Estamos buscando que alguien se anime a probar ante lo distinto” y eso es alentarlo a salir de la zona de confort, de lo sabido y asomarlo al miedo/aventura de lo desconocido e incierto.
En este punto quisiera ampliar respecto a la Atención POSITIVA que podemos brindar a nuestros hijos en torno a todo lo que van construyendo en sus PROCESOS: Felicitarlos por la paciencia y los intentos, valorar sus esfuerzos, agradecer su cooperación en las tareas hogareñas, etc. Estas acciones los reafirman y, además de ser una “caricia emocional” les devuelve una imagen positiva de sí mismos.
Si algunas de estas sugerencias ya las estás llevando a cabo.
¡ADELANTE!.
Y si aún no las has considerado te invito a intentarlo.
Recordemos que todas las experiencias de crecimiento humano requieren de Autoestima.
Con amor,
Lic. Daiana Carreira.
BibliografÍa consultada: Susana Gamboa de Vitelleschi. “Juego- Resiliencia. Resiliencia-Juego. Para trabajar con niños, adolescentes y futuros docentes”. Ed. Bonum.
GENIAL, excelencia , adelante educ emocional ,siempre adelante !!!
Excelente articulo!!
Me encantó <3 gracias *.*